El italiano sureño estaba recostado sobre el pasto, esperando que las nubes volvieran a cambiar de forma nuevamente, suspira mientras piensa
-"Que estará haciendo el español en este momento?" – siempre se le venia el mismo pensamiento y eso le preocupaba pero antes de coger el teléfono celular del bolsillo de su pantalón, le daba miedo molestarlo por que ni si quiera lo llamaba, Romano cree que es a causa de los problemas económicos, aunque el italiano y su hermano también pasaban por lo mismo, este se podía mantener en contacto con varios países.
-Maldito bastardo spagna! Nunca llamas!